Préstamo a la vista.

Definición técnica del préstamo a la vista.
Un préstamo a la vista es un tipo de préstamo que se caracteriza por la no inclusión de una fecha de vencimiento en sus cláusulas.

Entre los diferentes tipos de financiación existentes, destaca el préstamo a la vista por la posibilidad de exigirlo en cualquier momento por parte de su acreedor.

En este sentido, la no inclusión en las condiciones previamente firmadas de una fecha de vencimiento determinada supone lo siguiente: La cantidad prestada podrá ser exigida junto con los intereses en cualquier momento.

Aunque es habitual pactar distintos ejemplos de prórrogas o liquidaciones parciales de préstamos, la práctica más habitual es satisfacer de una vez el compromiso de devolución adquirido.

Relevancia de un préstamo a la vista.

En el ámbito de la inversión, existen todo tipo de operaciones financieras realizadas bajo el esquema «a la vista».

Uno de los ejemplos más extendidos es el de los préstamos a la vista, que se pueden reclamar en cualquier momento. Es decir, no tienen una fecha de caducidad definida como tal.

La principal importancia de esta práctica crediticia es no someter a los prestatarios a un cronograma o cronograma de pagos.

En este sentido, los préstamos otorgados a la vista suelen identificarse con importes pequeños y medianos y de fácil devolución llegado el momento. Así, gran parte de sus beneficiarios son empresarios y pymes.

Esto es así porque estos créditos comúnmente se basan en relaciones comerciales y económicas de confianza. Estos facilitan la continua avalancha de préstamos y retornos entre las partes.

Principales características de un préstamo a la vista.

Como se indica conceptualmente, este tipo de préstamo basa su importancia en la inexistencia de una fecha de vencimiento fija.

Sin embargo, un préstamo a la vista tiene algunos otros detalles a tener en cuenta:

  1. Carácter pasivo. El deudor o prestatario es citado a la decisión del acreedor o prestamista respecto del tiempo y condiciones de la liquidación del préstamo.
  2. Caducidad parcial o total. Las rentabilidades no siempre tienen que suponer la compensación total del préstamo. En ocasiones pueden traducirse en amortizaciones parciales anticipadas de los mismos.
  3. Naturaleza de los participantes. Como ocurre con otras modalidades de crédito, estos préstamos pueden implicar la participación de un banco o realizarse entre prestamistas privados.
  4. Calendario de pagos. Este tipo de préstamo no suele ir acompañado de una previsión de cuotas preestablecidas, suponiendo generalmente que la compensación del principal e intereses se realizará según la solicitud del acreedor.

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